de hábitos impuros,” o, “Soy hombre de pensamientos impuros.” Pero en cambio se refirió a su boca diciendo “Tengo una boca sucia.” ¿Por qué este enfoque en su boca? Quizás una indicación respecto a esta expresión de Isaías se halla en las palabras de Jesús cuando El dijo que no es lo que entra a la boca sino lo que sale lo que contamina a los hombres. O podríamos ver el discurso sobre la lengua escrito por Santiago, el hermano del Señor: La lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta
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